La bulla de Isaías

Volvemos hoy con otra bulla. Esta vez de un personaje muy conocido. Bueno, quizás muy conocido el libro que lleva su nombre, aunque no tanto los detalles ligados a su persona. Se trata del profeta Isaías.

Sobre Isaías

Isaías fue uno de los profetas mayores y ejerció su ministerio durante los reinados de Uzías, Jotam, Acaz y Ezequías (Isaías 1:1).  No llegó a ejercer su ministerio durante el reinado de Manasés, hijo de Ezequías, porque el mismo Manasés ordenó aserrarle por la mitad. Este detalle sobre la muerte de Isaías no es mencionado en la Biblia, sino que proviene de fuentes extrabíblicas. Quizás esa información extrabíblica tenga cierta base, pues es muy probable que el autor de Hebreos tuviese en mente a Isaías cuando “hace inventario” de los héroes de la Fe en Hebreos 11:37.

Según la tradición judía era de linaje real. Su padre se llamaba Amoz (Acabado en Z. No confundir con el profeta Amós acabado en S. Véase por ejemplo 2 Reyes 20:1). Estaba casado con una mujer que en Isaías 8:3 llama “la profetisa” (quizás porque ejercía como tal, o simplemente porque era su esposa), con la que al menos tuvo dos hijos: “Sear-jasub” y “Maher-salal-hasbaz”.

Sobre la bulla encontrada

Aunque se difundió el hallazgo en 2018, esta bulla fue encontrada por el equipo de  Eilat Mazar en 2009 junto a otras en los trabajos que realizaban en Ofel. Se encontró a pocos metros de donde apareció otra bulla impresa con el sello del rey Ezequías. Así, pues, la datación ha sido fácil: contemporánea del reinado de Ezequías (715-686 antes de Cristo) o anterior, supuesto que Isaías ya tuviese el sello en uso antes de que Ezequías ocupase el trono real.

La bulla está bastante dañada, especialmente por la zona superior y por su borde izquierdo, lo cual hace ilegible los símbolos de la zona izquierda.

Eso ha puesto en cuestión su pertenencia al profeta Isaías, pero los expertos aportan bastantes razones para pensar que ciertamente el dueño del sello que imprimió la bulla fue Isaías, el que da nombre al primer libro de profecía de la Biblia.

La bulla tiene 3 zonas de grabado: La parte superior, la más deteriorada, pero no es determinante para identificar al propietario. Por los restos de grabado que quedan en esa zona, Eilat opina que probablemente hubiese la imagen de un ciervo pastando.

La parte central contiene el registro “perteneciente a Isaías”. Aunque falta la última letra (por deterioro del borde izquierdo), por el resto de letras que sí están legibles es incuestionable que su propietario se llamaba Isaías. Queda la duda de si ese Isaías era el profeta que escribió el libro del mismo nombre. Este detalle debe quedar claro en la tercera zona de grabado.

La parte inferior incluye 3 letras legibles y espacio suficiente ilegible para que antes del deterioro de la bulla contuviese una cuarta letra. Las tres letras legibles son “nun, beth, yohdh". ( Recordad que en hebreo se escribe de derecha a izquierda). Estas son las tres primeras letras de la palabra profeta usada como distintivo de título u ocupación del dueño del sello. Supuesto que esta bulla fuese la impresión del sello de Isaías cabría esperar que el texto grabado incluyese una cuarta letras, el “álef":

Eilat Mazar menciona también otro escollo que cuestiona la pertenencia de la bulla a Isaías el profeta. Se trata de la ausencia de artículo definido acompañando a la palabra profeta. Pero ella misma aclara que se dan casos en la Biblia en los que se alude al cargo de personas usándose acompañándolo con artículo y sin artículo definido. También aclara que los profetas unas veces se referían a ellos mismos acompañando al título de profeta el artículo y otras veces sin acompañarlo. De ahí que deduzca que no existía una norma estricta para aludir al título de ocupación de una persona.

Así, pues, y al margen de la ausencia del artículo definido, para estar seguros de que la última línea de la bulla registra el título de “profeta” debiéramos conocer qué hubo en el borde izquierdo de la bulla a la altura de la tercera línea. Pero lo cierto es que no conocemos. Habida cuenta que el espacio en esa zona “invita” a colocar una letra, un listado de todas las palabras que tienen las tres letras legibles (“nun, beth, yohdh”), y que en la cuarta posición incluyen letras que dan sentido al conjunto, permitirían evaluar el grado de certeza de que el Isaías bíblico fue su propietario. Sólo un experto en peleohebreo podría realizar este ejercicio, pero yo imagino que no muchas.

Aunque no con una certeza del cien por cien, yo al menos estoy convencido que esta bulla fue impresa por el profeta Isaías. Así, pues, otro puntal más que sostiene la historicidad de la Biblia.

El informe de Eilat Mazar en www.baslibrary.org

^{(El 28/06/2023 todos los enlaces incluidos en este post estaban activos)}